Un escrito por que sí.
Serpiente de 400 lenguas, no estoy aqui para cortarte la cabeza, si ya se que el solo pensarlo hace que te broten más. De hecho, ya viéndolo desde aquí, contigo no hay nada que pelear.
Esta vez, prefiero dejarte ser en tu naturaleza y observarte para aprender de tí. Ya trascendí el nivel de supervivencia por tanto no me concierne ni me es necesario pelear para subsistir y sin embargo eso no quiere decir que el depredador haya cesado de existir.
El instinto de supervivencia se transformó hacia adentro convirtiéndose en la forma mas elemental de aquella sensación de certeza, definida y reconocida como Intuición. Misma que en el presente me clama a gritos que por favor preste atención.
Esta vez, estoy viviendo cosas que soñé.
Inevitablemente esto me hace estar vigilante de mis alrededores, pues es la intuición, un lenguaje interno, recíproco y específico a cada individuo, digno de ser interpretado cual papiro antiguo: por símbolos.
Esta ocasión, mientras meditaba situaciones de mi vida, caí en cuenta en el cómo los seres humanos estamos tan habituados al Rumor y la manipulación de éste. Inocentemente y como fuerza de supervivencia... también básica, pero a un nivel psíquico.
Finalmente como seres multidimencionales (que tanto nos gusta autonombrarnos), también vivimos en un mundo de demonios... esos infiernos que nos creamos en la cabeza cuando por querernos resguardar de lo que duele, las cosas comienzan a pesar.
Estos demonios que adoran precisamente a esa Serpiente Mítica de 400 cabezas y que operan eligiendo hacer daño, quedaron hoy en evidencia ante mí, aunque esta vez con gusto en lugar de susto, porque son de los que pierden su poder sobre ti cuando te das cuenta de que existen de forma etérea y a la misma frecuencia que los pensamientos y sentimientos.
Me dio gusto porque a pesar de haberme encontrado cara a cara y sentir de nuevo esa incomodidad, decidí no darle ya mas ni mi tiempo de vida ni mi energía vital.
Prefiero volverla palabras hechas un cuento, decantarlas en una historia vuelta, presisamente esto, un artículo que como el panadero a su pastel, lo comparte a quien guste y en este caso mi pieza a compartir es:
Sábete que carece de importancia lo que digan de ti, malo o bueno, aquello son solo percepciones personales del propio mundo del locutor que, si hizo algun daño, su única forma de huir de la culpabilidad sera evidenciar lo "mala persona que eres", pues les es natural como un deporte cuando no se tiene nada productivo en que pensar.
En la actualidad, es mas fácil estar abierto a lo malo ya que es lo predominante en esta etapa del mundo, sin embargo se siente más ligero cuando los juicios y pensamientos negativos se han dejado a un lado y se elige el darle la espalda en nombre de la tranquilidad, a todo aquello que cause siquiera una mínima incomodidad.
Por tanto, ¡sí que importa lo que tú piensas cuando estas en tí! Uno mísmo en plena conciencia es su único y mas cercano compañero de vida.
Dejar nuestra atención de seres míticos y anclarnos al presente no es tarea fácil y de hecho es tarea diaria que, hasta que se vuelva costumbre inconsciente, hay que practicar sabiendo también que nunca se deja de aprender en el camino...