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Ser Escritor

Artículo por el Lic. Carlos Elías Butrón.















Ser escritor.

PARTE I


Si alguien me pregunta si es difícil, no sabría que responder. Creo que simplemente se es. Difícil es contestar si eres buen escritor, pues entonces quedas sujeto a juicios de valor de quien te está valorizando.

Yo simplemente inicié a escribir, hace tantos años que ya olvidé como comencé. Es más sencillo recordar cuando me propuse hacerlo en serio, ya que como todo por ese entonces era un pasatiempo que lo hacía por gusto, por cierto lo hacía de forma manuscrita y los textos estaban plagados de errores y quizás sigan así los que he publicado.

En verdad lo que recuerdo es que decidí cambiar mi residencia de la Ciudad de México a Cuernavaca por varios motivos, no tan solo para escribir, sin embargo uno de ellos fue el dejar digamos la vida desordenada de la ciudad, en verdad me gustaba el relajo y la fiesta y decidí calmar un poco el desorden.

Continué trabajando en la gran ciudad pero decidí hacerlo de lunes a jueves y fue así como teniendo más tiempo retomé algunos de mis viejos textos que inicié a corregirlos y otros los guardé. Algunos de plano los deseché, pero teniendo más tiempo traté de escribir una novela, que terminó en el basurero, era demasiado larga y me perdí en tanta tinta, sin embargo, me fue de gran utilidad, pues resultó ser un buen ejercicio para intentar escribir algo más coherente.

De aquellos años han pasado para este entonces algo así como treinta de mis años, así que digamos ya tengo algo de tinta escrita y publicada, en realidad tengo publicadas unas treinta y cinco obras entre novelas históricas, novelas, ensayos, cuentos y monografías y seguiré publicando mientras el cuerpo aguante. […]


Ser escritor.

PARTE II


Las Casas Editoriales.


Uno inicia a escribir, es una necesidad y porque no, una necedad. Cuando se le mete a uno eso no hay manera de parar, escribe y escribe casi a destajo.

Cuando se da uno cuenta ya lleva uno varios cientos de páginas escritas y ahí comienza otro trabajo corregir todo, y ojalá ahí parara, pero entonces se encuentra uno con el problema de publicar sin tener idea de cómo lograrlo.

Se buscan editoriales de las que hay muchas y trata uno de hacer contactos, para encontrarse con un mundo donde como todo se privilegia el dinero. Uno busca y no encuentra, alguna editorial contesta y manda un manuscrito, así pasarán meses y meses sin tener respuesta, en verdad es frustrante.

Se pregunta uno si vale la pena seguir escribiendo y al fin se tiene eco, pero las editoriales siempre se reservan derechos, por si tiene éxito lo que les enviamos, al fin sale el libro publicado y difícil es que tenga siquiera un moderado éxito.

En verdad pasa mucho tiempo para lograr una nueva publicación y para ese entonces, si en verdad uno es escritor el mundo de papel ha crecido y a ese paso solo algún otro libro saldrá publicado.

Injusto sería decir que la responsabilidad es del editor, ya que en verdad lo que son escasos son los lectores, vivimos un mundo donde la cultura brilla por su ausencia.

Digamos que de alguna manera la fortuna sonríe al escritor prolífico, ya que buscando uno encuentra y así di con la maravilla de la auto publicación que permite editar muchas obras sin esperar todo el tiempo que tarda una edición por alguna editorial.

En la próxima entrega me referiré a lo que sucede a uno con la auto edición.


Ser escritor.

PARTE III


La auto publicación.


Las Casas Editoriales tradicionales como cualquier empresa buscan ganancias, así que deciden unilateralmente que publicar. En realidad, el escritor verdadero difícilmente logra ver su obra publicada por una editorial tradicional.

A los escritores nos queda un recurso muy antiguo, que es publicarse a uno mismo. Hay muchos que ese hecho lo desdeñan, sin embargo, en realidad grandes escritores han recurrido a este recurso, tampoco lograron que una editorial se dignara a publicarlos. En ese entonces auto publicarse implicaba el recurrir a imprentas siendo los costes a cargo de los autores que vendían sus libros con sus conocidos, pero algunos lograron que la historia los reconociera como grandes escritores.

En la actualidad gracias a los avances tecnológicos se cuenta con algunas plataformas para auto publicarse, la más famosa es Amazon, inclusive las editoriales incluyen sus publicaciones, siendo por lo tanto actualmente la más grande biblioteca del mundo.

Los detractores de la auto publicación dicen que se publica de todo y eso lo hace desmerecer a su parecer, pero al publicar de todo es obvio que se publican grandes textos que algún día esperemos sean valorizados.

Dijimos que una editorial tradicional tarda meses simplemente en contestar a algún autor, pero de llegar a un acuerdo tardará otro tanto en imprimir el libro, en esa tesitura un autor no logrará publicar más que unos cuantos textos, o se verá obligado a recurrir a editoriales no prestigiadas.

El mundo editorial es difícil y siendo un negocio, se buscan obras exitosas aunque el contenido deje mucho que desear se buscan lectores que compren, aunque hay que reconocer que es preferible que lean a seguir con si ignorancia, como sea toda obra deja algo al lector aunque sea ocasional este.

El problema de auto publicación es que hay una gran dificultad para dar a conocer la obra que tiene que realizar el autor, como si no fuera bastante ser escritor.

Hemos escrito ya muchos libros y lo seguiremos haciendo, como sea ser escritor es una filosofía de vida.

Tan somos escritores que no hemos dudado en compartir ya varios libros en diversas páginas de Facebook, y lo seguiremos haciendo, al tiempo que publicaremos nuevos libros.

Ya hablaremos de las mafias de escritores y de los intelectuales orgánicos.


Ser escritor.

PARTE IV


Hace ya muchos años, cayó en mis manos un libro de Eduardo Luís Piaza titulado La Mafia. El autor sino mal recuerdo argentino, escribió sobre un grupo de los llamados intelectuales de ese tiempo que frecuentaban la zona rosa de esta capital cuando la zona rosa era un referente de exclusividad. Escribió sobre un grupo de los llamados intelectuales a los que perteneció el pintor José Luís Cuevas, entre otros. En verdad fue un texto intrascendente que se refiere a un grupo de intelectuales, que no el único, pero que denota grupos que se juntan para promover sus obras, obviamente teniendo la atención de los medios de comunicación.

Lo único que demostraba es que para ser tomado en cuenta hay que publicitarse para ser considerado un intelectual. En verdad esos grupos siguen y se apropian de lo que diríamos la élite de la cultura.

Eso siempre ha sido, hay que saberse publicitar y no tanto por los contenidos de las obras sino porque la difusión hace que los intelectuales de café se refieran a ellos. Ese es nuestro México de la intelectualidad, o se busca la pertenencia a un grupo o se está condenado al ostracismo, digamos que otros creadores independientes pasarán desapercibidos.

Los grupos y escritores se juntan y se alaban y llegan a tener grandes éxitos, como ha sucedido como por ejemplo en el llamado boom latinoamericano, que tuvo la suerte de que primero en Francia y después en otra parte de Europa haya habido interés por sus obras, independientemente de su valiosa aportación. Digamos que ese grupo fue exitoso y hasta premios internacionales obtuvo. Y por lo tanto es de los grupos el más famoso, pero no el único, obvio que los escritores y otros artistas buscan uniones pues el ser escritor independiente es una garantía de pasar sin pena ni gloria.

En la actualidad se habla de los intelectuales orgánicos. Un intelectual orgánico es aquel que apoya a un régimen, aquel cuya producción escrita o su actuación se dirige a respaldar la permanencia de un sistema. En esta categoría pueden entrar politólogos, escritores, periodistas, artistas, teóricos de las ciencias sociales o investigadores.

Hay que aclarar que en estos tiempos de nuevas perspectivas en el país los intelectuales orgánicos ya no pertenecen al actual sistema, sino al que los vio nacer como intelectuales esto es a otra idea de sistema de gobierno, pero son leales a sus aspiraciones y siguen atacando al gobierno que les parece incómodo.

Así vemos las críticas a los gobiernos que no están de acuerdo a sus aspiraciones y de los que los apoyan, así vemos la injerencia de magnates como George Soros y de digamos la derecha que hoy llaman poderes fácticos, obvio todos sabemos a quienes me refiero.

Sin embargo, aclararé que pocos no cargamos los dados a nuestros intereses simplemente escribimos, no apoyamos a ningún gobierno, pero tampoco lo criticamos para conservar prebendas, sin embargo, por lo mismo no nos toman en cuenta ni unos o los otros. Que yo sepa ningún escritor auténticamente independiente obtiene premio o reconocimiento internacional alguno, pues siendo sincero los premios se dan por muchas causas menos por méritos del autor, y así será por siempre.

Ser escritor en estos tiempos de polarización y ser verdaderamente independiente nos condena al ostracismo, la ventaja es que algunos escritores nos vale verdaderamente […] y seguiremos escribiendo. En realidad, no somos hechos para hacer política. Originalmente no alabamos a nadie ni tampoco lo atacamos, de esos hay muchos y que en realidad su talento es para buscar un medio de vida que les permita colmar el anhelo de su burguesía, ya que en realidad en su esencia está el ser un meramente Burgués de anhelo.

Hemos ya hablado de algo de la realidad y ahora nos toca hablar de los lectores, que tan escasos son en estos tiempos modernos.


Ser Escritor.

PARTE V


Los lectores


Parece obvio, lector es toda persona que sabe leer, lo que implica que es una facultad que se aprende y que por desgracia todavía en este mundo existen muchos que por diversos motivos no saben leer y muchos que han aprendido las letras pero no a comprender un texto y por supuesto hay muchos que nunca les interesa leer y solo lo hacen para fines prácticos de su existencia.

En realidad el que la gente aprenda a leer, es digamos una preocupación de los gobiernos modernos como parte de una educación básica y para abatir el analfabetismo conceptual, esto es que se aprenda a leer, pero que no se lea.

Ser lector desde la edad media es un privilegio reservado a unos cuantos, y no es necesario decir los motivos a través de la historia.

En verdad no hubo en aquellos tiempos en que la gente leyera, ni aún la nobleza, pero como todo fin innoble de alguna manera poco apoco fue superado y así fue como algunas élites se ilustraron aprendiendo a leer, pero como fuera los curas buen cuidado tuvieron con que el posible lector solo leyera lo permitido por ellos, no hablaré de la intelectualidad ilustrada, que sabemos que no escapó al largo brazo del inquisidor.

En aquella alta edad media los libros eran artículos escasos, escritos a mano y con preciosismo, eran verdaderas obras de arte y destinados para unos cuantos, que con autorización del alto clero se podían difundir en la santa misa.

La imprenta fue el gran invento, pero no logró muchos lectores pero sí que hubiera libros más accesibles caros y que solo llegaban a las élites, pero en realidad esas élites no los leían sino se los leían, bueno de alguna manera se enteraban, como fuera el ejercicio de la lectura siguió reservado para algunos cuantos, pero como fuera aumentó el número de personas que aprendieron a leer, el libro cobró importancia.

Como dije no haré la historia del lector, solo recuerdo aquellos años mozos en que en la casa familiar había una biblioteca y no me di cuenta que era exclusivo, pues en casa de mis amigos los libros lloraban por su ausencia, eso si los llamados comics eran socorridos, eran digamos la ilustración popular. En verdad los lectores han sido, son y serán escasos, esa es una triste realidad.

Al decir lo anterior viene a mi memoria un comunicador español. Jesús Quintero, por cierto posiblemente lo encuentren en YouTube. Hizo una crítica al analfabeta que sabe leer y escribir, pero que se ufana de nunca haber leído un libro, que por desgracia hoy son la mayoría de alfabetizados. Pienso que su crítica la realizo para españoles, y si allá hay esa realidad que decir de este México nuestro de cada día donde la ignorancia pulula y brota de los poros, en forma de sudoración en cualquiera vagón del metro.

Ser escritor es estar consciente de que el hombre común no es lector, pero que él no está consciente de su ignorancia. En cualquier parte ve uno a un humano, o que lo parece con un teléfono inalámbrico, que lo único que tiene de inteligente es su aparato, prolongación de su existencia por cierto banal.

Ser escritor es estar seguro que pocos nos leerán, pero si escribiéramos para el posible lector nos moriríamos de vergüenza. Aun así seguiré escribiendo, sabiendo que poco seré leído.

Fin...


Saludos.

Carlos Elías Butrón.


Publicado también vía >> Facebook.









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